Me gusta llamarlo alimentación emocional, podemos comer porque estamos aburridos, ansiosos, deprimidos o simplemente porque creemos que lo merecemos. El cerebro responde a la comida con una asociación de placer. ¡Solo tienes que pasar por una panadería y el olor a pan recién hecho irá directamente a tu cerebro más rápido que cualquier otro olor! Probablemente te encuentres produciendo saliva sin siquiera darte cuenta (muy relacionado con una experiencia de placer).

Muchas dietas no funcionan o no tienen resultados duraderos porque estamos trabajando con nuestra fuerza de voluntad a nivel consciente. La hipnosis te ayuda a comprender qué es lo que realmente te hace comer en exceso y, lo más importante, la mente subconsciente encontrará otras formas de lidiar con la comida de una manera más saludable y duradera.

“Después del embarazo de mis gemelos sentí que nunca más podría volver a usar la ropa que tenía antes del embarazo. ¡Después de usar la hipnosis junto con paciencia y una dieta saludable, logré volver a ponerme un par de mis jeans favoritos!